Mi primera vez en Asturias ha tardado casi 33 años en llegar, pero ese momento ha llegado por todo lo alto visitando Las Caldas y alojándome ni más ni menos que en Las Caldas Villa Termal.
Un hotel cinco estrellas que posiblemente conocerás ya que tiene uno de los balnearios más antiguos de nuestro paÃs, el que fuese el Balneario Real, con tres siglos de historia.
Mi cara de felicidad al llegar, con mi nueva maleta de Misako, no engaña.
Mi cara de felicidad al llegar, con mi nueva maleta de Misako, no engaña.
Pasé allà dos noches y tres dÃas fantásticos a tope de mimos, de buena gastronomÃa, naturaleza y de un clima envidiable. Ai, Asturias patria querida, ¡qué maravilla ha sido conocerte! en un momento asà en el que el trabajo ha estado cargado de risas, de compañeras que son amigas y de grandes profesionales que nos han hecho sentir como unas verdaderas REINAS.
Después de las casi seis horas de coche desde Madrid a Las Caldas yo estaba deseando ponerme el bañador y perderme (literalmente) en sus instalaciones. Y eso fue lo que hicimos tras degustar una fantástica espicha asturiana en su jardÃn (varias de vosotras me escribisteis por Instagram: @mividaenrojo para decirme que conocÃais el lugar de haber estado en bodas y sinceramente, si me volviese a casar gustosamente lo harÃa allÃ).
La primera tarde la pasamos a remojo y en cabina. A remojo en sus diferentes espacios, su piscina de flotación (nunca habÃa estado en una antes), en su piscina exterior después de cenar y en su espacio Aquaxana en el que nos sorprendieron con un juego de luces y música del que no quiero contarte más para si decides ir no estropearte la sorpresa.
En cabina probando la nueva lÃnea de Sensilis Origin Pro con sus cinco factores de crecimiento (de la cual te hablé hace poco aquÃ).
Y asÃ, en bañador, albornoz y a cara lavada cenamos esa primera noche en plena naturaleza con productos de proximidad cultivados en el mismo huerto de Las Caldas.
Fue esa noche, por cierto, en la que también conocà a Tweezerman y sus elementos para llevar siempre unas cejas perfectas (te hablé sobre ellos en profundidad en mi último vÃdeo de belleza).
El segundo dÃa arrancaba con planazos y solazo. Después de un desayuno muy healthy en el salón de los espejos, Elena, de My Cosmetic Art nos dio una clase de fotografÃa junto a Instax. Puedes hacerte una idea de lo que disfrutamos como niñas con cámara nueva, en este caso.
Y después de un paseo por la zona, una comida maravillosa en uno de sus restaurantes y un ratito de siesta, ¡¡Regresamos al agua!! sin conocer las sorpresas que todavÃa nos esperaban.
Cuál fue mi emoción al regresar a la habitación y encontrarme con: por un lado un paquetito de Bijou Brigitte para complementar el look de esa segunda noche (que puedes recordar aquÃ) y una plancha de Rowenta para adecentar un poquito el vestido que de verdad estaba como una verdadera pasa.
Cuál fue mi emoción al regresar a la habitación y encontrarme con: por un lado un paquetito de Bijou Brigitte para complementar el look de esa segunda noche (que puedes recordar aquÃ) y una plancha de Rowenta para adecentar un poquito el vestido que de verdad estaba como una verdadera pasa.
La plancha en concreto es la Access Steam. Y no sólo voy a utiliarla en casa ya que va a ser mi nueva aliada favorita para los dÃas de shooting. Si por aquà hay alguna estilista leyéndome seguro que me entiende y hasta he conseguido arrancarle una media sonrisa de empatÃa.
Esa noche disfrutamos de un catering y una cata de quesos para volverse loca, descubrimos la nueva colección primavera verano de Bijou Brigitte, tomamos una copa en el piano bar mientras tocaban a piano algunas de nuestras melodÃas favoritas. Nos reÃmos y nos lo pasamos realmente bien.
Esa última noche en la que empezaba a entrar la nostalgia por tener que regresar al dÃa siguiente, un rumbo de vuelta que iniciamos después de un, nuevamente, fantástico brunch. Un viaje que ha sido un regalo y del que te dejo un vÃdeo fantástico que ha creado MarÃa Lacamara para que nos veas en ¡vivo y en directo!