La primavera en Japón es una verdadera fiesta. Empieza con la floración de los cerezos, conocida como Sakura y es un fenómeno, que más allá de su belleza y de conceptos de marketing actualmente añadidos, me parece alucinante.
Hanami es otro concepto que acompaña a Sakura y significa la contemplación de esos cerezos ya florecidos, la contemplación de las flores. Es una verdadera fiesta en la que el paÃs nipon llena parques dÃa y noche festejando la belleza de lo efÃmero.
En nuestro viaje no pudimos disfrutarla como tal ya que todavÃa no era primavera, pero alguno empezaba a florecer y sà pudimos hacernos una idea de la magnitud del evento. Casi estábamos a las puertas de la Sakura 2020 y yo sà sentÃa esa emoción de la que tantas veces habÃa leÃdo.
No soy una experta en cultura oriental (japonesa en este caso) pero sà hay cosas de ella que adoro. De hecho, hay veces que ante actitudes o reacciones propias que sé que no me van a llevar a ningún sitio me digo: "Inma, ¿qué harÃa una japonesa?". Y entre ellas se encuentra fenómeno de esta Fiesta de Floración de los Cerezos, la cual me produce una gran admiración.
Admirar la belleza de lo efÃmero. Cuántas veces en el ritmo frenético de la vida que conocÃamos hasta ahora no reparábamos en la belleza de lo efÃmero, o simplemente en la belleza de los hechos más insignificantes de la vida. Cuántos dÃas me he quedado sin bajar a la playa (teniéndola a tres minutos) o simplemente a contemplar la belleza y serenidad del mar porque habÃa algo más urgente, más importante que tenÃa que terminar. Ahora me pregunto si de verdad no podÃa esperar.
Cuántas veces en las últimas semanas retrasamos ese café con una amiga porque surgÃan mil planes o trabajos que terminar. ¡Y cómo nos arrepentimos ahora de ello!
Cuántas flores he dejado de fotografiar y cuántos charcos en dÃas de lluvia he dejado de saltar.
Cuántos momentos, en los que estando acompañada por gente, he desaprovechado de disfrutar al 100% porque entraba un e-mail "importante" (al móvil, por supuesto) y tenÃa que responder.
Y asà podrÃa enumerar seguro que muchÃsimas cosas más. Pero entre las reflexiones de estos dÃas de confinamiento, y cuando estalló la primavera, he estado reflexionando mucho en estos conceptos, en el mundo como lo conocÃamos hasta ahora y en el reto que se nos va a presentar como sociedad.
Hay quién me llama ignorante o ilusa, y ahora me defino escandalosamente utópica. Quiero pensar que floreceremos como esos cerezos y que nosotros vamos a ser la sakura que el mundo necesita.
GRACIAS por todos tus comentarios y visitas.
Nos vemos, como siempre, con mucho más en las redes sociales,
Besos rojos por doquier,
INMA.
Be happy (and fashion) my friend.