Nuestro tercer día en la Ciudad Eterna empezaba con una visita a los Museos Vaticanos. Compramos las entradas en la web oficial de los museos y reservamos la hora a las 10h.
Compramos la visita normal de adulto, y la llevamos digital. Os recomiendo que las compréis allí ya que tanto en las inmediaciones del mismo Vaticano como en otras webs las mismas entradas son más caras. Ah! ¡Y para entrar en la Basílica de San Pedro, así como para asistir a la Audiencia Papal no se tiene que pagar! Para asistir a la Audiencia debéis solicitarla previamente, eso sí.
Así que para llegar con tiempo, ese fue el único día (y la única vez) que cogimos el metro.
Decidimos desayunar cerca del lugar y lo hicimos con un desayuno de escándalo en Ago e Lillo. Nos gustó tanto el lugar que a la salida de los museos regresamos a por otro café, ¡y nos invitaron a un dulce!
Así que esa mañana la pasamos completa en los Museos, en la Basílica, enviamos una postal,a nuestras mamis, desde la Ciudad del Vaticano y cruzamos hasta el Castillo de Sant'Angelo.
Los Museos Vaticanos y la visita a la Capilla Sixtina fueron la primera vez para mi, ¡y me encantaron! Creo, sin duda, que es uno de mis lugares favoritos en Roma. Volver a entrar en la Basílica me impactó tanto como la primera vez.
Por cierto, aunque imagino que lo tienes en cuenta, es allí donde se encuentra La Piedad de Miguel Ángel.
Con nuestro horario español, ya eran las tres de la tarde y fuimos a comer a Cul de Sac, un lugar típico de cocina romana que mi persona favorita quería que conociese.
Cul de Sac es especializado en vinos, queso y embutido romanos y un lugar curioso para conocer en tu visita a Roma.
Eso sí, antes de ello parada en la Antica Libreria, una de las librerías más antiguas de Roma, que es un verdadero espectáculo visitar.
Ya entrada la tarde nos dirigimos hacía el Trastevere con la intención de merendar/cenar por allí y me llevé una gran decepción. No sé si os ha pasado últimamente o si es porque era principio de la tarde y fechas de tan poca afluencia, pero tuve la sensación de que el Trastevere ya no es lo que era.
Así que entramos en la Basílica Santa Maria de Trastevere, paseamos por sus calles y paramos a tomar algo antes de regresar hacía nuestro "hogar" e improvisar donde cenar por el camino.
Así que para llegar con tiempo, ese fue el único día (y la única vez) que cogimos el metro.
Decidimos desayunar cerca del lugar y lo hicimos con un desayuno de escándalo en Ago e Lillo. Nos gustó tanto el lugar que a la salida de los museos regresamos a por otro café, ¡y nos invitaron a un dulce!
Así que esa mañana la pasamos completa en los Museos, en la Basílica, enviamos una postal,a nuestras mamis, desde la Ciudad del Vaticano y cruzamos hasta el Castillo de Sant'Angelo.
Los Museos Vaticanos y la visita a la Capilla Sixtina fueron la primera vez para mi, ¡y me encantaron! Creo, sin duda, que es uno de mis lugares favoritos en Roma. Volver a entrar en la Basílica me impactó tanto como la primera vez.
Por cierto, aunque imagino que lo tienes en cuenta, es allí donde se encuentra La Piedad de Miguel Ángel.
Con nuestro horario español, ya eran las tres de la tarde y fuimos a comer a Cul de Sac, un lugar típico de cocina romana que mi persona favorita quería que conociese.
Cul de Sac es especializado en vinos, queso y embutido romanos y un lugar curioso para conocer en tu visita a Roma.
Eso sí, antes de ello parada en la Antica Libreria, una de las librerías más antiguas de Roma, que es un verdadero espectáculo visitar.
Ya entrada la tarde nos dirigimos hacía el Trastevere con la intención de merendar/cenar por allí y me llevé una gran decepción. No sé si os ha pasado últimamente o si es porque era principio de la tarde y fechas de tan poca afluencia, pero tuve la sensación de que el Trastevere ya no es lo que era.
Así que entramos en la Basílica Santa Maria de Trastevere, paseamos por sus calles y paramos a tomar algo antes de regresar hacía nuestro "hogar" e improvisar donde cenar por el camino.
Volviendo a "casa" se nos hizo de noche, hicimos una parada en la Iglesia del Santísimo nombre de María, al lado de la Columna y el Foro de Trajano.
Y terminamos este completísimo día cenando en Trattoria al Tettarello, una pizzeria encantadora al final de una escalinata que fue todo un descubrimiento y me siento segura de recomendárosla plenamente. ¡Hasta terminamos brindado con Limoncello!
Recuerda:
GRACIAS por todos tus comentarios y visitas.
Nos vemos, como siempre, con mucho más en las redes sociales,
Besos rojos por doquier,
INMA.
Be happy (and fashion) my friend.