Haus Schwarzenberg, un auténtico edificio judío convertido en lugar de encuentro para artistas y curiosos, manteniendo la esencia del tiempo pasado. Un lugar de graffitis, de encontrar una tienda de arte y de parar a tomarse una cerveza (yo probé la Becks de lima ;-P). Lugar de dejarte acompañar por la música que suene y de visitar una pequeña exposición homenaje a Anna Frank. Éste fue, sin duda, mi mejor descubrimiento del primer día.
El primer día llegamos al mediodía, algo cansados del viaje y como primer contacto lo que queríamos era perdernos; así que eso hicimos (recuerda aquí mis primeras impresiones y las primeras fotos desde Berlín).
Tras dejar nuestras maletas en el hotel (un easyjet en pleno barrio de Mitte; por cierto, te lo recomiendo si lo que buscas es descansar y YA: es un hotel con una muy buena relación calidad precio en pleno centro de Berlín. Las habitaciones son diminutas y TODO son extras: el wifi, la tele, que te guarden la maleta hasta que salga tu avión... nuestra experiencia ha sido muy positiva pues es precisamente lo que buscábamos, pero tienes que saber dónde vas) nos lanzamos a patear dejando que Berlín nos sorprendiese; comenzamos descubriendo Mitte (café en mano, la temperatura no superó los 20ºC ningún dí), el barrio donde estábamos alojados y mi favorito incuestionable de la capital. Dicen de él que es su barrio más bohemio, imagino que nuestro homónimo en Madrid sería Malasaña; lleno de ocio, restaurantes, cafeterías, tiendas vintage y otras con creaciones exclusivas, librerías estupendas... ¡una verdadera fiesta para mentes inquietas y curiosas!
Terminamos nuestro "primer contacto" acercándonos hasta Neue Schönhauser y sus calles anexas llenas de tiendas (en ella no te puedes perder la Concept Store de Karl Lagerfeld); bajando hasta la Isla de los Museos; descubrir su catedral y terminar en Alexander Platz.
Para terminar el primer contacto y el primer día cenamos en Zur Rose; un local muy rojo que te devuelve a los años 60. Típica comida alemana (antepenúltima foto) deliciosa, en un ambiente encantador (y muy romántico).
Tras dejar nuestras maletas en el hotel (un easyjet en pleno barrio de Mitte; por cierto, te lo recomiendo si lo que buscas es descansar y YA: es un hotel con una muy buena relación calidad precio en pleno centro de Berlín. Las habitaciones son diminutas y TODO son extras: el wifi, la tele, que te guarden la maleta hasta que salga tu avión... nuestra experiencia ha sido muy positiva pues es precisamente lo que buscábamos, pero tienes que saber dónde vas) nos lanzamos a patear dejando que Berlín nos sorprendiese; comenzamos descubriendo Mitte (café en mano, la temperatura no superó los 20ºC ningún dí), el barrio donde estábamos alojados y mi favorito incuestionable de la capital. Dicen de él que es su barrio más bohemio, imagino que nuestro homónimo en Madrid sería Malasaña; lleno de ocio, restaurantes, cafeterías, tiendas vintage y otras con creaciones exclusivas, librerías estupendas... ¡una verdadera fiesta para mentes inquietas y curiosas!
Terminamos nuestro "primer contacto" acercándonos hasta Neue Schönhauser y sus calles anexas llenas de tiendas (en ella no te puedes perder la Concept Store de Karl Lagerfeld); bajando hasta la Isla de los Museos; descubrir su catedral y terminar en Alexander Platz.
Para terminar el primer contacto y el primer día cenamos en Zur Rose; un local muy rojo que te devuelve a los años 60. Típica comida alemana (antepenúltima foto) deliciosa, en un ambiente encantador (y muy romántico).
¿Qué te parece este primer contacto? ¿Conocías estos lugares?
Espero que te guten las fotos y el post,
¡¡GRACIAS por todos tus comentarios y visitas!!
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