La semana pasada estuvimos de viaje por el centro de Europa. Budapest, Viena y Praga fueron las tres ciudades escogidas, algo que probablemente ya sabrás si me sigues en las redes sociales.
Recopilando todo el material de estos dÃas, además de looks que tengo que enseñaros, he decidido organizarlo de la siguiente manera: Aunque hemos estado un poco mas de 48 horas en cada ciudad, pienso en las escapadas de fin de semana (suficiente para disfrutar de las tres ciudades independientemente) por lo que los posts los haré, como el presente, de 48 horas en la ciudad: donde comer, donde dormir, que visitar.... y por supuesto publicaré un vlog en el canal de youtube con toda la experiencia global que hicimos cada dÃa en cada ciudad, como nos desplazamos de una a otra, nuestras experiencias, .... Creo que es la forma de hacerlo realmente útil, ¿qué te parece?
Ahora SÃ, vamos con estas primeras 48 horas en Budapest: Llegamos el sábado a primera (primerÃsima hora) y nos fuimos el lunes por la mañana. En este caso 48 horas exactas en la ciudad. El tiempo no nos acompañó nada y la ciudad estuvo gris y triste prácticamente todo el fin de semana, sin embargo, la exprimimos al máximo.
Nos alojábamos en el barrio judÃo, en un apartamento ideal que te recomiendo al 100%: Pop Art Studios, si lo contratas por booking te dejo un código descuento del 15%, y la primera toma de contacto con la ciudad ya me gustó: arte urbano, multiculturalidad, los famosos ruin bars sobre los que tanto habÃa leÃdo, sabÃa que habÃamos escogido bien.
Tras dejar las maletas decidimos empezar a perdernos por la ciudad, buscar un sitio para comer y empezar a adentrarnos en ella. Era sábado y la Gran Sinagoga (la segunda mas grande del mundo después de la de Jersualén) estaba cerrada, asà que decidimos descubrir a fondo la parte de Pest: Las calles Váci Utca y la Avenida Andrássy son las calles más famosas, comerciales y llenas de vida de la ciudad. Váci Utca es realmente, realmente bonica y al final de la Avenida Andrássy te encontrarás con la plaza de los Héroes (algo que te recomiendo veas por la noche iluminada porque es preciosa). Aprovechamos ese tiempo para pasear a la orilla del Danubio, ver el Parlamento, la Catedral de San Esteban (imprescindible entrar), el edificio de la Opera, y en definitiva, el centro de Pest (perderse por él tiene sorpresas como fuentes mágicas que te permiten entrar en ellas, edificios preciosos y homenajes espontáneos a las victimas del holocausto, entre otras cosas).
Para comer, tienes que probar la Gulash y de postre el Kurtuskalacs (que encontrarás en cualquier puesto a lo largo de toda la ciudad). Además, no puedes irte de Budapest sin probar la tarta Dobos (favorita de Sissi) en Gerbeaud (pica un poco pero tanto la tarta como el entorno de cuento real, merecen la pena). En la zona de Pest te recomiendo las calles colindantes a las dos más famosas arriba mencionadas (para evitar el precio turista) y el barrio judÃo donde hay una muy amplia variedad de lugares.
Y hablando de sitios que merecen la pena no puedes dejar de visitar el Café New York en el hotel Boscolo. Considerado como uno de los cafés más bonitos del mundo, en el mismo barrio judÃo, te transporatará a otra época y posiblemente a otro lugar (puedes ir a merendar, nosotros fue lo que hicimos para pasar la lluvia ese primer dÃa).
Si te quedan ganas puedes quedarte a tomar algo por cualquiera de los ruin bars tan de moda en la ciudad, aunque te recomiendo que te vayas a dormir pronto porque mañana te espera un dÃa intenso.
La mañana del segundo dÃa la dedicamos a descubrir Buda, sin duda para mi, la zona más bonita de la ciudad. Cruzamos por el bonito y maravilloso puente de las cadenas directos a coger el funicular que nos subirÃa hasta el Castillo de Buda. Lo cierto es que la cola que habÃa que hacer nos echo para atrás y vamos a ver que nos volvemos bastante vagos: se puede subir caminando perfectamente, al menos a nosotros no nos resultó para nada agotador. Allà pasamos toda la mañana: el Bastión de Pescadores, la Iglesia de MatÃas, el laberinto (que nosotros no pudimos ver por encontrarse cerrado por reformas) y el Museo de Historia de Budapest. Después de esta mañana fuimos a recuperar fuerzas para ir a relajar piernas a Széchenyi, los archi conocidos baños termales. Esta fue la primera vez que cogimos el metro en todo el viaje (las estaciones realmente no tienen desperdicio).
Después de una hora a remojo, aprovechamos a pasear por el Parque de la Ciudad, lleno de tesoros escondidos como el castillo de Vajdahunyad.
Si estás interesado en visitar el Museo de Arte (en la misma plaza de los Héroes, mi recomendación es que cuadres la visita con tu hora en los baños termales).
Y sólo nos quedaba ya visitar la Gran Sinagoga, suerte la nuestra cuando nos enteramos que la visita, ese dÃa, incluÃa concierto. Una visita imprescindible, un lugar espectacular y un árbol de la vida (otro homenaje a las victimas del holocausto) que te pondrá la piel de gallina.
Por cierto, antes de terminar, datos de interés de nuestra experiencia: No cambiamos dinero (pudimos pagarlo todo con tarjeta) y el transfer desde el aeropuerto en furgoneta es muy recomendable. Lo cogimos, asà como la entrada a los baños termales, todo online desde España).
Espero que esta mini experiencia te haya resultado útil.
GRACIAS por todos tus comentarios y visitas. Como siempre, todas las fotografÃas son mÃas, asà que si por favor coges alguna, no olvides mencionarnos.
Nos vemos, con mucho más, en las redes sociales,
instagram @mividaenrojo
Be happy (and fashion) my friend.