La primera isla que visité del Parque Nacional de las Islas Atlánticas fue la Isla de Ons y fue por descarte. Queríamos ir a las Islas Cíes, solicitamos tarde el acceso, nos quedamos sin plaza y por descarte optamos por ir a conocer Ons.
Bendito descarte porque me enamoré tanto que después de haber visitado este año las Cíes, la Isla de Ons me parece tan especial, tan auténtica, que si me dices que solo puedes ir a una yo te recomendaría visitar la Isla de Ons. La única en la que vive gente todo el año, dato que especialmente me cautivó.
Y ese descarte me llevó también a aprender varias lecciones, que he mejorado en esta última escapada a las Islas Cíes y que me atrevo a compartir por si estás organizando una visita.
El viento también acompaña así que te aconsejo que evites llevar pamela (algo que aprendí en mi primera visita) y lo apuestes todo a un sombrero pescador con cinta para anudarlo a tu barbilla o una gorra que se ajuste bien a tu cabeza. Si en algún momento vuela no digas que no te lo avisé.
Merece la pena realizar alguna de las rutas de ambas islas. No hace falta que lleves unas zapatillas de trekking pero ve cómoda. Esto implica también la mochila y yo te recomiendo que no lleves exceso de peso ni nevera con comida. El primer año llevé capazo y el segundo ya aprendí la lección y fuimos con mochila.
Toda la basura que generes en la isla vuelve contigo (a excepción que comas en el restaurante de la isla claro está) así que sé práctica. Mi recomendación es que desayunes fuerte, que te lleves alguna pieza de fruta (cuidado también con las gaviotas que son las reinas de las Cíes), una botella de agua grande, que te tomes un aperitivo en el restaurante/chiringuito y que de regreso reserves a cenar a primera hora en Portonovo para comer uno de los mejores arroces que probarás en tu vida: el de pulpo y vieiras en Boca do Rio.
Porque Portonovo es uno de los puertos desde donde zarpan los barcos que te llevarán a cualquiera de las dos islas.
Si llegados a este punto te estás preguntando por la ropa, nuevamente sé práctica. Puedes cambiarte tanto en los baños que hay en la zona de camping de las islas o en el mismo barco. Apuesta por un look que te permita luego ir a cenar, yo ambas veces aposté por vestido.
En cuanto al barco apetece siempre sentarse fuera pero te aconsejo que lo hagas dentro y salgas algún ratito a disfrutar del mar. Te aseguro que con un día entero en cualquiera de las islas vas sobrada de sol casi casi para toda la temporada.
Y supongo que si has llegado hasta aquí ya sabes que hay que solicitar autorización de entrada a cualquiera de las islas junto con la compra del billete. Pero si no lo sabías, ¡esa es la primera acción en la organización de tu visita!