Ayer te hablaba en este post de esta noche. Te enseñaba el look que escogà para esa velada muy de noche madrileña, castiza y mágica que me pareció el comienzo perfecto de cualquier noche madrileña con papeletas a convertirse en épica.
Nunca habÃa probado la carta del Museo Chicote, asà que mi amigo Iván y una servidora nos plantamos allà el jueves por la noche dispuestos a descubrirla.
En la misma mesa, que según la historia del Chicote, se sentaba Ava Gadner, empezamos con los cócteles. ¿Qué os gusta? Ginebra, ¿fuerte o suave? Suave, ¿más afrutado o normal? Afrutado. Al unÃsono en las tres respuestas y efectivamente coincidimos: los dos nos quedamos con el cóctel Singapore (ginebra, brandy de cereza, zumo de piña y lima. Benedictine, granada y bitter).
Y mientras llegaba la comida subimos unos stories (si me sigues en instagram: @mividaenrojo ya los habrás visto, si no estás a tiempo de hacerlo, están en la carpetita Madrid), y nos arrancamos a cantar algún que otro temazo de Manolo GarcÃa o Estrella Morente mientras nos ponÃamos al dÃa.
De la carta te contaré que el jamón y su correspondiente pan con tómate son imprescindibles. Pero completamente imprescindibles. Probamos el ceviche, que en lugar de mejillones y langostinos fue de salmón y no puede ser un plato más sano y apetecible.
Los langostinos "bravos" también tienes que pedirlos, muy tiernos y una tempura perfecta. Y yo es que no soy tan carnÃvora pero si te gusta el rabo de toro, Iván disfrutó mucho con la hamburguesa. Si eres de los que además necesitas postre tranquilo, ¡existen dos menús de 25€ y 30€ con él incluido!
Y asà es como empezó aquella noche de jueves a los pies de la Gran VÃa en la ciudad que jamás descansa, jamás duerme.
¿Has ido alguna vez a cenar al Museo Chicote? ¿Nos recomiendas algún otro plato?
GRACIAS por todos tus comentarios y visitas.
Nos vemos, como siempre, con mucho más en las redes sociales,
Besos rojos por doquier,
INMA.
Be happy (and fashion) my friend.