Casi 20 días los que he tardado en reorganizar las fotos del viaje que realicé, en fin de año, a Milán. Te contaba aquí como fue la experiencia de realizar un viaje con destino sorpresa, y es que, la verdad, que yo soy de las que suelen dejarse llevar bastante e ir improvisando en los viajes, pero éste viaje fue la bomba, improvisamos tantísimo que creo que todavía nos dió tiempo de hacer más cosas que si las hubiésemos llevado planificadas, y como no teníamos ningún tipo de expectativas, la felicidad fue máxima.
Así que he decidido dividir este viaje en dos posts, el primer día más intenso (y especial por tratarse de fin de año) para este primer post, y el viernes publicaré la segunda parte con el segundo y tercer día.
Era mi segunda vez en Milán. La primera vez que visité la capital de la moda italiana también fue con una amiga pero fue hace ocho años y por supuesto, los intereses, las prioridades y tu perspectiva de los viajes y la vida van cambiando con los años. Por lo que si hace ocho años Milán me gustó, esta vez me encantó.
Este primer día, 31 de Diciembre, llegamos a Milán a las ocho de la mañana. Y tras dejar las maletas en el hotel, pusimos rumbo a visitar el Duomo. El hotel estaba muy cerca, así que decidimos andar para empaparnos bien de la ciudad. Una ciudad que estaba tranquilísima ese 31 de diciembre, sin grandes afluencias de turistas y sin estrés de peluquerías,compras,... Paseamos por la Via Alessandro Manzoni (donde hasta pudimos disfrutar de un espectáculo street art en vivo y en directo), hasta llegar al Teatro alla Scala y la Galleria Vittorio Emmanuel II donde hay dos paradas obligatorias: Los capuccinos de Galleria Restaurant y la visita a Marchesi.
Entre parada en tienda y tienda, realizar alguna compra, fotos, escaparates,... llegamos hasta el Duomo, impresionante y espectacular. Dadas las fechas en las que estábamos, nos entretuvimos bastante paseando por todo el mercadillo navideño que rodeaba la catedral. Entre queso y tartufo, entre bolas de nieve y adornos para el árbol; evidentemente si visitas Milán en otra época del año te cundirá mucho más este primer día.
Adquirimos las entradas para visitarla por dentro y para subir a sus terrazas (no había realizado esta visita la vez anterior y creo que fue lo que más me gustó del viaje). Dada la afluencia de gente para acceder, decidimos comer por la zona y aprovechar el rato del mediodía para realizar la visita. Una decisión acertada ya que no esperamos más de cinco minutos para poder acceder, y subir, a la impresionante catedral.
Y dado el día que era, tocaba regresar al hotel para prepararse para despedir el año. Una preparación que lejos de emperifollarte para una cena (seamos sinceros, que muchas veces deja bastante que desear) que te costará un ojo de tu cara, consistía en abrigarnos capa sobre capa, en ponerse medias debajo del pantalón, para dar la bienvenida al 2018 en la Piazza del Duomo, mientras nos comíamos un bagel de prosciutto e funghi, brindábamos con un Aperol y cantábamos la cuenta atrás del último minuto del 2017 mientras sonaba un vals.
¡¡Dentro de unos meses te recordaré este post por redes sociales, porque si te planteas despedir el próximo año (o el que quieras) en un destino internacional, Milán con sus conciertos gratuitos en la Piazza del Duomo y su elegante belleza decorada de Navidad es una opción que no te defraudará!!
Si sigues teniendo dudas o no lo has visto todavía, ¡no te pierdas el vídeo de esta fantástica experiencia!
GRACIAS por todos tus comentarios y visitas.
Nos vemos como siempre, con mucho más, en las redes sociales,
INSTAGRAM: @mividaenrojo
Besos rojos por doquier,
INMA.
I spent my last hours of the 2017 in Milán. It was an amazing experience and travel, today I share with you some pics from my own photodiary! I hope you like it! Thanks for reading!!!! Have a nice day ;)
Be happy (and fashion) my friend.