Esta fue la mesa bonita que nos prepararon en La Contraseña. Fuimos un martes, una quedada entre amigos del pueblito bueno que se reúnen en Madrid para ponerse al día. Para brindar por nuevos proyectos de éxito personales y profesionales.
Me habían hablado muchas veces del lugar pero nunca se había dado la oportunidad de ir a él. Y es de esos sitios que te gustó tanto, ¡cómo para, sin duda, repetir!
El sitio que cuenta con diferentes espacios, estaba a tope. Sin reserva me temo que hubiese sido imposible sentarnos a cenar ni siendo martes. Además consigue eso que es importante y muy pocos consiguen: que a pesar de estar lleno de gente puedas concentrarte en tu mesa, sin distracción exterior.
A pesar de que tienen carta, nosotros optamos por compartir. Apostamos en común por la ensalada de vieiras, la burrata y los huevos (todo más que recomendable) e individualmente por la hamburguesa "la contraseña" y el que para mi fue el plato estrella de la noche: Los raviolis de boletus y pato con salsa cremosa de trufa.
Lo mejor es que, ¡no es un lugar caro! Su relación calidad/precio como entorno y trato del personal fue exquisito. ¡vamos a repetir! Y por cierto, tienen tarta de zanahora, para celíacos con más inri, está en nuestro puesto tres de nuestras mejores tartas de zanahoria de Madrid.
¡¡Gracias por todos vuestros comentarios y visitas!!
Nos vemos, como siempre, con mucho más, en las redes sociales.
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