Los protagonistas de este look son mis adorados zapatos Kling. Fueron el capricho de la inauguración de la tienda en Barcelona ¿os acordáis?  aquí   podéis ver el post de aquél día.

Me gusta ponérmelos y mirarlos atentamente en esos días en los que no sé muy bien por dónde tirar, me siento como aquella pequeña Dorothy Gale del Mago de Oz (ya sé que estos no son rojos) y me apetece buscar una "vida mejor en algún lugar sobre el arco iris". 

I'm in love with my kling shoes. I like to wear them and watch them carefully in those days when I'm lost and I feel like Dorothy Gale from The Wizard of Oz  (but these are not red) and I'd like to find a "better life somewhere place over the rainbow"









Y al igual que a ella, cuando vuelvo al mundo real,  me encanta taconear cantando: "Realmente no hay lugar como el hogar"

And like her I like to sign: "There's no place like home"



¡¡Espero que estéis teniendo una muy buena semana!!

Enjoy this weekç!




Be happy (and fashion) my friend

Le dedico esta entrada a mi amiga Chus (que además debe estar la pobre estudiando muchísimo) porque desde que me dijo que le gustaba este (magnífico) color, solo hago que bombardearla y mandarle información de que celebrity lo ha llevado, de tal complemento que he visto en Zara,etc, etc;  y vamos que sustituir no sustituye al rojo pero es un buen color, sí;  creo que algún complemento azul klein va a caer esta temporada. Y es que ¿os acordáis hace unos años que ya fue el color de moda? Este año le toca acompañar a los flúor, pero él solito veréis como se hace un hueco.

Para empezar con un poco de historia, el color debe su nombre a Yves Klein, pintor que fundamentaba sus obras en pinturas monocromáticas, pero especializándose allá en los años cincuenta en un azul intenso que finalmente pasó a denominarse azul Klein.

Ya nos lo mostró Gucci con sus explosivas mezclas, y es que la moda es ARTE, y como tal, cada uno lo entiende como quiere, cada uno juega, explora, combina, mezcla...ahora yo te digo: Mezcla y acertarás.

Y perdonarme pero no sé lo que quiero, por un lado me encanta el monocolor (sería capaz de salir vestida de rojo de arriba a bajo) y también me encanta mezclar esos colores que creíamos que nunca podrían casarse. ¿Rojo y fucsia? ¿Azul y marrón? ¿Y por qué no?

¿Os acordáis de aquél vestidín tan mono de la entrada Piérdete Conmigo? Pues con él me dediqué a jugar yo el viernes pasado, azul marino+ marrón oscuro, sí, y encima desordenando el color de los complementos (ahora escucho la frase de mi madre en mi cabeza: los complementos que siempre coincidan en color...bum bum bum y un pensamiento interior: ¿No tendrá mi madre algo de culpa de ésta obsesión de mi hermana y mía por la moda? Ahí lo dejo en el aire).