Son las 20h del domingo 15 de noviembre. He llegado hace una hora y media del Energy Training Camp (más adelante os hablaré de ello en un post), nos hemos comido 31kms en 26horas (por montaña) y no puedo ni con las pestañas.
Tras hablar con mi familia, deshacer maleta y ponerme el pijama sé que tengo que escribir el post de mañana. Soy incapaz de ponerme ahora a editar fotografÃas,mi persona favorita insiste en que no pasa nada, ya publicaré más tarde o ya publicaré el martes; pero tengo demasiadas sensaciones y emociones acumuladas. Asà que abro una página de word, las escribo y decido compartirlas con vosotros.
El viernes a las 21h llegábamos al Hotel Vall en Vas, en Olost (Girona), con la expectación del fin de semana que nos esperaba por delante (lo habéis podido seguir en las redes sociales, sobre todo instagram y snpachat: mividaenrojo). Pero mientras estábamos en la habitación del hotel arreglándonos para cenar, televisión encendida de fondo, interrumpen la programación para contar que en ParÃs ha habido un atentado. No hablan del número de muertos con exactitud, independientemente de eso el corazón se te encoge. No hay palabras, no hay explicación ante la barbarie. Y piensas, ¡otra vez, pero cuándo va a terminar esto!
Como siempre pasa, lógicamente, nuestra vida sigue, cada vida sigue, pero no significa que no sigamos abriendo el periódico en el móvil para seguir informándonos y estremenciéndonos al enterarnos que el número de muertos va aumentando.
Te aseguras de que tus conocidos y amigos en ParÃs están bien (hasta facebook te avisa de ello) y das gracias a Dios.
Y tu vida sigue, y al dÃa siguiente en tu primer contacto con el running trail tu guÃa te da la primera lección, "lo importante es el equipo, sobre todo ser humanos". Si tu no puedes yo te espero, si te caes te ayudo a levantarte... Ser Humanos, me pregunté para mis adentros, ¡qué paradoja! ¿qué significa ser humanos en el mundo en el qué vivimos?
Imagino que es lo que tiene la montaña (yo no estoy acostumbrada a ella), que te hace reflexionar, sentirte humilde en su inmensidad.
Y nuestra vida sigue, y llega el descenso. Muerta de miedo mi guÃa me dice: ¿te ateves a seguirme? Mientras me tiende su mano, asiento, aprieto su mano con fuerza y arrancamos a correr, a volar, "pasitos pequeños, arrastra, baja con la montaña" y de repente me pregunta: "cuéntame, ¿qué sientes ahora mismo?" Sólo se me ocurrió responder: me siento viva y muy libre.
Viva, viva y muy libre. Otra paradoja que en ese momento fuesen esas mis sensaciones. Me fui a dormir nerviosa por la experiencia vivida y porque sabÃa que al dÃa siguiente me esperaba más, y me fui a dormir pensando en esa frase, en la conmoción mundial, en las familias destrozadas, en la vergüenza que me da el mundo y mi último pensamiento antes de acostarme fue: Inma, hoy has celebrado la vida, celebra la vida, celébrala todo lo que puedas hasta donde puedas.
Be happy (and fashion) my friend.