El pasado puente de noviembre, bueno el finde, me escapé a Milán con una amiga (qué mejor manera de disfrutar de la ciudad de la moda por excelencia), era mi novatada en la ciudad y me encantó. Y su magnetismo me enganchó, porque ya tengo ganas de volver.

El turismo era obligatorio asi que a las compras le pudimos dedicar una mañana y poco más, y nos faltó….o nos sobró…según por dónde queramos mirarlo.

Por supuesto en la galleria de Vittorio Emanuele II vimos lo más  de lo más, y yo me volví a quedar prendada de Louis Vuitton. Disfruté viendo los montajes de los escaparates, me encantó la nueva tienda Twin-Set que Simona Barbier había inaugurado hace nada, una vez más me deslumbró el local de Zara….me fascinaron su comida y su gente…y es que tienen la fama bien ganada, todos y todas tan glamourosos y glamourosas que te podían enamorar (o por lo menos la gran mayoría).

Y bueno tengo que reconocer que además de las tiendas del centro, me gustaron también las de Corso Como y me cautivó el barrio de Naviglio (que empieza en Puerta Genova) con sus tiendas de aire retro, sus hand made, los bares más peculiares de la ciudad, gente de lo más auténtica….allí estaban. Y a nadie le faltaba una pizca de fashionismo, fuera cual fuera su estilo.

Compramos………no podía ser de otra manera, pero nos portamos muy bien. 

Mi mejor capricho…un precioso bolso rojo de Furla.

Ah! Y pasamos frío pero…..volvería en pleno diciembre a disfrutar de su ambiente.

Ahí va una retalia de cositas bonitas,

                                                                      

¿Os gusta mi diadema? La compré en Granada, y está hecha a mano

Detalles: Mis ídolos The Beatles y chapa promocional del easy pop weekend (al que no podré ir por cierto)