Delic, Madrid
Ese día diluviaba en Madrid, era un domingo por la tarde y me quedaban unas horas para coger el AVE de vuelta a Málaga. Escogí un look muy cómodo y sencillo para viajar.
Unos leggings negros básicos combinados con un crop top también básico en blanco, bajo una camisa de flores de nueva temporada, muy seventies, que me tiene enamorada. Como enamorada me tiene también ese bolso de crochet para el móvil, que compré el mismo día que la camisa, y que espero que me acompañe a muchos próximos festivales. Sé que no serán como los de antes, pero tengo fe en volver a disfrutar de la música en directo y al aire libre este próximo verano.
Para mi contradicción el tiempo no estaba para mucha primavera así que completé el look con ese blazer camel que recuperé este verano del armario de mi abuela, y al que últimamente estoy recurriendo un montón. A los pies, mis converse de novia, accesorios básicos y una trenza.
Una historia sencilla, con una luz poco adecuada pero que pretendo guardar en mi recuerdo para siempre. Porque pone el broche final a un fin de semana fantástico de trabajo en Madrid después de mucho tiempo sin abandonar los límites de mi Andalucía querida. Porque ese fin de semana me reencontré con mi hermana tras ocho meses sin vernos, paseé con mi amigo Iván en un tiempo de máxima calidad y volví a ver a mi amiga Mariola un año y medio después.
2 letras rojas
¡Deseando repetir, amiga! ❤️ La próxima, nos tomamos unos mojitos en Delic, que son buenísimos.
ResponderEliminarEl lugar se ve interesante y me gusto tu outfit y la bolsita de celular, saludos:D
ResponderEliminar¡Muchísimas gracias por estas letras rojas!