¿Te gusta mi boina de pura lana? ¿Y mi bolso marrón de piel envejecida? Es vintage, retro, de cuando mi madre era joven, lo compre en una segunda mano.... Éstas expresiones cada vez son más frecuentes, y es que todo vuelve y hablando de moda también. Si hace unas temporadas veíamos las pasarelas llenas de modelos vestidas con trajes de aire futurista, ahora es todo lo contrario, ¿será la crisis que nos acecha? Por poner algún ejemplo, este invierno pasado Ralph Lauren y Dolce Gabbana entre otros, recuperaron los calcetines a la vista, y si eran blancos mejor; las gafas hace tiempo que van escalando años a la inversa: primero fueron las aviador, seguidas por las wayfare y ahora empezamos a ver las formas mariposas en su exageración extrema tan propias de los años 50.



Y es que si nos paseamos por las tiendas y observamos el avance de la nueva temporada otoño-invierno vemos mocasines al más clásico de los estilos, la pura lana hasta en abrigos, el zapato masculino, las headbands en todo su amplio repertorio, faldas de cintura para parecer auténticas señoras y hasta la vuelta de los cómodos jeggins al día a día (sí, ese pantalón de goma y cintura alta que nunca pensamos que podríamos llegar a ponernos).


Ya sabéis, vamos a recordar dos leitmotiv de moda: 1º Nunca nunca tires nada y 2º Si te vas a gastar dinero, inviértelo en un clásico que nunca pase de moda (que se lo digan a todas aquéllas mujeres que en algún momento años atrás se gastaron sus ahorros en un chanel 2.55, seguro que nunca lo habían llevado tanto como este año 2010).


Pues venga vamos, ¡a rebuscar en el baúl de nuestras abuelas!


Mi vida en rojo.